Desde hace miles de años, el maíz está íntimamente ligado al nuestro desarrollo, las culturas prehispánicas en toda Mesoamérica florecieron e incluso rindieron culto a un alimento que desde su origen fue elemento vital para sostener civilizaciones enteras. México es el punto donde nació y se comenzó a cultivar el cereal que siglos más tarde alimentaría al mundo entero. No  es  extraño por eso, que todas las culturas prehispánicas que precedieron a los españoles, desarrollaran costumbres y creencias fuertemente arraigadas al maíz que, no solo ha sostenido la base alimentaria de humanos y animales, sino que ha sido aprovechado de todas las maneras imaginables; desde la obtención de azúcares, aceites almidones, etc. Hasta la elaboración de mobiliario y ropa.

Al igual que muchos animales y vegetales que evolucionaron a partir de su interacción con los humanos, el Maíz es un cereal que fue modificándose con el paso del tiempo. Nació en México hace cerca de diez mil años y se desarrolló en casi 5 mil distintas variedades; te sorprendería saber como eran las mazorcas hace 10 mil años. Debido a esto, se trata de un cereal domesticado que desde entonces depende 100% de la mano del hombre para su supervivencia.

Debido a su gran rentabilidad, el maíz es actualmente el cereal más distribuido en el mundo, incluso sobre el trigo y el arroz. Su valor nutricional no tiene comparación, ya que es rico en vitaminas, carbohidratos, calcio, fósforo y potasio. Es una planta de gran nobleza que se puede cocinar entera, o desgranada; desde luego es el ingrediente principal de miles de platillos mexicanos. Una vez cosechado y desgranado, el maíz puede almacenarse, y una vez seco ser transformado en la base para la elaboración de una enorme variedad de panes, tortillas o sémola. Por su precio y valor alimenticios, en muchos lugares de América Latina es empleado como sustituto del trigo.

Eso no es todo, el Maíz es un importante recurso para la elaboración de miles de productos, que van desde aceites de cocina, forraje para ganado, hasta la elaboración de textiles y toda clase de artesanías.

Sin embargo, este día nacional del Maíz así como todos los días del año es importante considerar algo, y es que el maíz criollo que nuestros antepasados cuidaron y cultivaron por generaciones enteras se encuentra en un grave riesgo de desaparecer. Esto debido a la integración de nuevas tecnologías genéticas que buscan acelerar la obtención de este cereal con una disminución de costos de producción. Los riesgos son profundos y graves, ya que introducir maíz transgénico en cualquier zona agrícola, significa en muchos aspectos un daño ecológico que puede terminar por desplazar completamente al maíz nativo, e implicar graves problemas a la salud humana y el medio ambiente.

La mejor manera de celebrar el Día Nacional del Maíz, es adquiriendo directamente de los productores locales este preciado vegetal. Puedes consumir maíz nativo de gran calidad comiendo en cualquier mercado, comprando tortillas hechas de maíz natural, o preparando un delicioso pozole que compartas con toda tu familia.